viernes, 28 de octubre de 2016

SI ESPAÑA FUERA UN BAR.




Si España fuera un bar...

tendría en el suelo
una alfombra de cáscaras de gamba
amortajadas con serrín barato.

Si España fuera un bar…

siempre habría un pelo
ahogándose en la sopa. El camarero
te obligaría a terminarte el plato.

Si España fuera un bar…

las servilletas
intentando limpiar, ensuciarían.

GRACIAS POR SU VISITA”,

rezarían
con su tinta corrida y azulada
como rimmel de puta
averiada.

Si España fuera un bar...

tendría en el baño
una cacofonía de pintadas
profanando la puerta, una ensalada
de babilonias rancias,
una arcada
que desemboca en vómito
o en nada.

Si España fuera un bar...

habría una barra
metálica,
hecha con balas frías.
Un terror garrafal:
Allí acodarse
es recordar que morirás un día.

Si España fuera un bar...

los parroquianos
pedirían la última cien veces
dejándola a deber.
Tintinearían
los hielos en los vasos
como un réquiem,
un himno al desamparo,
a la agonía.

Si España fuera un bar...

su sol sería
ese brillo mezquino que destila
aquella tragaperras de la esquina
con su ruleta rusa de sandías.

Si España fuera un bar...

sólo abriría…

entre el martes y el trece.

Si España fuera un bar…

no ganaría
ni la mitad de lo que se merece.

Si España fuera un bar, lo cerrarían.
Por eso se dispersan estos versos.
Por eso es obligada la ironía.
 

Madrid. 3 de febrero de 2013